viernes, 28 de mayo de 2010

El valor de una amenaza implicita

Os pongo en situación. Hace un año compré un portátil en un comercio de una conocida cadena de artículos electrónicos. No quiero dar nombres. Bueno, sí ... Mediamarkt. El portátil murió como si de una persona se tratará: de repente, sin haber mostrado síntoma alguno, sin avisar. Lo llevé porque, recordemos, la garantía ya es de dos años por ley. Sabía que iban a ponerme pegas pues Mediamarkt tiene una fama y hacen honor a ella siempre que pueden. Por eso iba preparado con dos sencillas frases para acometer la primera y segunda negativa:  

a) Quiero poner una hoja de reclamaciones.
b) Después de llevarla a Consumo la llevaré al Juzgado.

NOTA: En este caso, bastó con la opción A pero no dejéis de usar la B si es necesario.

1 comentario:

  1. La verdad que lo poco que tengo de Mediamarkt por ahora funciona pero está bien saber que hacer si me pasa.

    Pero vamos e dejando de coger el coche para aveces no ahorrar nada y como tengas problemas volver y que tengas que ponerte borde para que cumplan sus garantías.

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